El plan inicial era asistir al cine con algunos amigos el día de ayer(no podíamos dejar pasar el día que hay descuento), sin embargo se vio empañado por una tormenta eléctrica que ocasionó tráfico y retrasos, añadiendo la muchedumbre que pretendía entrar al cine también.
Es por ello que (de manera conjunta), se decidió era más pertinente el refugiarnos en algún hogar, comprar algo de comida grasosa e insana, acompañada de un poco de alcohol; para ver un par de filmes. La opción primaria era "El Rito", largometraje dirigido por Mikael Hafström, adaptado del libro de Matt Baglio (el cual está basado en hechos reales). Mismo que se tornara muy famoso entre el público popular mexicano debido a la épica entrevista realizada por el presentador Joaquín López Dóriga al actor Anthony Hopkins donde tuvo lugar la proyección de su mala pronunciación para el idioma Inglés por parte de López Dóriga, así como el surgimiento de su inmortal frase: "juay de rito". Sin embargo, por ahora no es la ocasión para hablar de ese filme.
La siguiente película proyectada lleva por nombre "Kick-Ass" (cabe mencionar que tuve que tolerar el poco grato audio castellano con palabras y frases tan peculiares como "gilipollas" o "hijo de la gran puta" mezclado con una mala resolución en una pantalla de alta resolución puesto que era transmitida ilegalmente), una película de superhéroes basada en el cómic del mismo nombre creado por Mark Millar y John Romita; dirigida por Matthew Vaughn y producida por el actor Brad Pitt. En donde un adolescente nada sobresaliente decide cambiar el rumbo de su vida, y que mejor manera de hacerlo que vistiendo un ridículo disfraz y andar por las calles evitando (o al menos tratando de hacerlo) delitos. Sólo que no contaba que el "hacer el bien", puede traer muchas consecuencias, mismas que le llegaron al punto de ser golpeado gravemente y hasta llegar a correr peligro su vida.
La película te mantiene al pendiente en todo momento, es llamativa y entretenida, la iluminación es buena, cuenta con un delicioso humor negro, y en momentos llega a ser totalmente absurda, cada personaje está muy enfrascado en sus objetivos, y se caracterizan por una personalidad muy fuerte y definida.
Se desarrolla en un panorama muy cercano a la realidad que estamos viviendo (jóvenes reprimidos, delitos a toda hora, narcotráfico, redes sociales, amores imposibles, incluso esa "necesidad" por la generación o creación de "ídolos"). La trama es muy bien llevada basada en una secuencia de historias paralelas que terminan por unirse.
Sin titubear, puedo asegurar que la llamada "Hit-Girl" se lleva el filme. ¡Es una maravilla!, desde su distorsionada percepción de la realidad, así como la ideología con la que fue educada, su terrorífica mezcla de violencia, dulzura, fragilidad, agresión y frialdad es un deleite para el espectador.
Considero que cuenta con todo lo que un buen largometraje debe abarcar: dinámico, divertido, entretenido, digerible, incoherente, exagerado, cómico, y un tanto demente. No significa que es la mejor película que exista, pero reconozco que me hizo pasar un buen rato, y es una de esas películas que algún día voy a comprar para almacenarla en mi "colección privada".
Es por ello que (de manera conjunta), se decidió era más pertinente el refugiarnos en algún hogar, comprar algo de comida grasosa e insana, acompañada de un poco de alcohol; para ver un par de filmes. La opción primaria era "El Rito", largometraje dirigido por Mikael Hafström, adaptado del libro de Matt Baglio (el cual está basado en hechos reales). Mismo que se tornara muy famoso entre el público popular mexicano debido a la épica entrevista realizada por el presentador Joaquín López Dóriga al actor Anthony Hopkins donde tuvo lugar la proyección de su mala pronunciación para el idioma Inglés por parte de López Dóriga, así como el surgimiento de su inmortal frase: "juay de rito". Sin embargo, por ahora no es la ocasión para hablar de ese filme.
La siguiente película proyectada lleva por nombre "Kick-Ass" (cabe mencionar que tuve que tolerar el poco grato audio castellano con palabras y frases tan peculiares como "gilipollas" o "hijo de la gran puta" mezclado con una mala resolución en una pantalla de alta resolución puesto que era transmitida ilegalmente), una película de superhéroes basada en el cómic del mismo nombre creado por Mark Millar y John Romita; dirigida por Matthew Vaughn y producida por el actor Brad Pitt. En donde un adolescente nada sobresaliente decide cambiar el rumbo de su vida, y que mejor manera de hacerlo que vistiendo un ridículo disfraz y andar por las calles evitando (o al menos tratando de hacerlo) delitos. Sólo que no contaba que el "hacer el bien", puede traer muchas consecuencias, mismas que le llegaron al punto de ser golpeado gravemente y hasta llegar a correr peligro su vida.
La película te mantiene al pendiente en todo momento, es llamativa y entretenida, la iluminación es buena, cuenta con un delicioso humor negro, y en momentos llega a ser totalmente absurda, cada personaje está muy enfrascado en sus objetivos, y se caracterizan por una personalidad muy fuerte y definida.
Se desarrolla en un panorama muy cercano a la realidad que estamos viviendo (jóvenes reprimidos, delitos a toda hora, narcotráfico, redes sociales, amores imposibles, incluso esa "necesidad" por la generación o creación de "ídolos"). La trama es muy bien llevada basada en una secuencia de historias paralelas que terminan por unirse.
Sin titubear, puedo asegurar que la llamada "Hit-Girl" se lleva el filme. ¡Es una maravilla!, desde su distorsionada percepción de la realidad, así como la ideología con la que fue educada, su terrorífica mezcla de violencia, dulzura, fragilidad, agresión y frialdad es un deleite para el espectador.
Considero que cuenta con todo lo que un buen largometraje debe abarcar: dinámico, divertido, entretenido, digerible, incoherente, exagerado, cómico, y un tanto demente. No significa que es la mejor película que exista, pero reconozco que me hizo pasar un buen rato, y es una de esas películas que algún día voy a comprar para almacenarla en mi "colección privada".
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Casi lo olvido. Adjunto el chiste que se llevó la noche. La "mona chamana" que me da miedo. ¿Apoco no?
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