10 jun 2015

Ojalá que la vida nos vuelva a cruzar...

"Puedes convivir durante años con una persona y nunca llegar a conocerla, o puede bastar con sólo un momento para llegar a su conocer su alma"
...

Hoy te escribo a ti, no se con qué motivo. Quizá solo necesito hacerlo. Han pasado solo algunos días desde que tuvimos ese enfrentamiento, y ya siento tu ausencia.

Me gusta cuando me miras con inquietud, tratando de analizar cada uno de mis movimientos y predecir mis pensamientos. Me gusta cuando con la mirada me pides aprobación para recargar tu cabeza en mi hombro. Me gusta cuando sonríes de verdad, ¿has notado qué tu rostro se arruga un poco, tu encía se asoma y te brillan los ojos?

Hoy te escribo a ti, con una torpe esperanza de volver el tiempo, de rescatar eso que habíamos cultivado.

Me gusta cuando te veo jugar, se puede notar el éxtasis que te ocasiona hacerlo. Incluso me gusta que no te gusten muchas cosas, en cierta medida creo que amo la intolerancia en sus diferentes facetas, pese a no practicarla continuamente. También me gusta que pretendas tener control sobre todo, ¡a mi vida le hace falta un poco de eso!

Hoy te escribo a ti, sin sentido alguno, sin esperar nada. Te escribo para agradecerte, para guardar nuestro recuerdo por siempre, para congelar éste sentimiento, para nunca olvidar lo importante que has sido, eres y serás en mi camino. Te escribo porque te voy a extrañar. Te escribo porque es mi tonta manera de creer que te quedas conmigo. Te escribo porque es la única manera que encuentro para inmortalizarnos.

Te escribo porque te quiero.
Te escribo porque lo necesito.
Te escribo porque espero que algún día, la vida nos vuelva a cruzar...

Por supuesto que me acuerdo de uno de tus personajes favoritos