27 feb 2012

“Con el Diablo Adentro”: Un mockumentary más del montón


La noche del sábado pasado fui víctima de la publicity generada por la película “Con el Diablo Adentro” y sin titubear y siquiera tomarme la molestia de leer la sinopsis (o en su defecto ver el trailer) decidí cancelar todos los planes previstos con amigos para acudir al cine en compañía de mi madre y hermano. Veamos:

La trama se desarrolla principalmente en Italia; lugar al que Isabella Rossi (quien puede ser considerada la protagonista) decide viajar para indagar y demostrar mediante un documental la supuesta posesión diabólica de su madre María Rossi (quien lleva años internada en un hospital psiquiátrico). Después de reunir las pruebas suficientes y rodearse de las personas adecuadas, descubre que sus sospechas son ciertas y comienzan a ocurrirles una serie de sucesos anormales e inesperados.

El filme pasa a formar parte del reciente impulso y resurgimiento de esta corriente y tendencia conocida como “mockumentary”: estrategia que ha tenido un gran resultado para las casas cinematográficas puesto que los filmes han sido altamente exitosos en taquilla sin la necesidad de un gran presupuesto. Por lo que, hay que tomar en cuenta que jamás encontraremos mucha producción en ninguno de este tipo de largometrajes.

La primera media hora del filme es monótona, simplona y aburrida. Abarca un tema central por demás trillado en la historia del cine de terror: el exorcismo, aunado al morboso tópico del hermetismo y recelo de la Iglesia católica en el mismo (lo cual es un factor importante para el éxito en taquilla). Cuenta con un mal manejo de la cámara (justificado por el hecho de ser un documental), y una mala fotografía.

Sin embargo tiene a su favor unos buenos efectos que en más de una ocasión te provocan una sensación de incomodidad y de igual forma, logra sacarte uno que otro susto de mal gusto (digo, al final asustar es la supuesta razón de su existir).

Desde mi punto de vista, no ofrece nada nuevo o enriquecedor que no se haya visto antes en la industria. El final es pésimo y destruye por completo la trama (supongo que es con toda la intención de generar una secuela). Sin embargo, logra su cometido, enganchar al público mediante temas tabúes para que asistan a verla (el verdadero objetivo de las películas de éste tipo) y espantarte momentáneamente un par de veces (el supuesto objetivo).

Yo no recomiendo pagar un boleto de cine para verla (no lo merece), es más una película como para verla una de esas aburridas noches de sábado por televisión abierta acompañada de una buena ración de golosinas y comida insalubre.

Creo que lo único terrorífico de mi experiencia con relación a esta película fue el hecho de ascender y descender un par de decenas de angostos escalones iluminados únicamente por una delgada línea azul en los brazos de mi hermano.

1 comentario:

  1. jajajajajaja que bien gustavo me sacaste de una duda, aunque pues a mi si me sacaria un buen pedote... pero pues creo que ire a verla con mis amigas.. haber que tal ... saludines mi guz.. y esta chida tu página soy.. faby rivera

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