Hijo:
- Últimamente andas muy susceptible y voluble, extraña. ¿Por qué no eres una mujer normal?
Madre:
- Al contrario, así son las mujeres normales, sólo que nunca lo he sido, pero ahora va a cambiar.
Hijo:
- ¿Entonces ahora será asi tu humor siempre?
Madre:
- Sí.
Hijo:
- Bueno, al menos ¡nunca me voy a casar con una mujer!
Madre:
- ¡Qué bueno! ¡Te felicito!
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