Le compartía de manera revuelta un par de traumas a una gran amiga, cuando de pronto, supo dar en el clavo y otorgarme una respuesta ideal:
"Un sabio se paró ante un público y contó un chiste y todos se rieron. Al cabo de un rato contó el mismo chiste y casi nadie se rió. Contó el chiste una y otra vez hasta que nadie se reía...
Por lo que dijo: -Si no pueden reírse varias veces de una sola cosa, ¿por qué llorar por lo mismo una y otra vez? ¡No vale la pena aferrarse a lo que te hace daño! ¡La vida continua!-"
...
Digo, ¿a quién no le ha pasado?
Siempre enfocándonos en lo miserable y "dolorosa" que puede llegar a ser nuestra existencia, sufriendo una y otra vez por la misma razón. Llorando y preguntándonos que hemos hecho para merecer tal atrocidad, para ser tan desdichados. ¡Patrañas!
No necesito que me digas quién soy, eso me queda claro. No necesito que me mandes lejos, hace tiempo que fui y vine de ese lugar. No necesito que me juzgues, lo hago cada día frente al espejo. No necesito demostrar nada, estoy consciente de mis actos. No necesito gritar lo que siento, sentirlo es suficiente. No necesito criticarte, la sociedad ya se encarga de ello.
Soy esa piedra en tu zapato, soy esa batería descargada de tu móvil, soy ese bache en tu camino, soy la nueva pandemia que aquejará a la humanidad, soy ese político corrupto que vive a costilla de tus impuestos, soy esa persona con la que tu pareja te es infiel, soy ese profesor mediocre que jamás te da clase, soy quien te roba tu cartera en el transporte público, soy ese niño que hace berrinche hasta privarse, soy ese monopolio que jode tu economía, soy esa molesta partícula que se incrusta en tu ojo, soy el borracho malacopa que nunca falta en las reuniones, soy esos mariscos que causan salmonelosis, soy ese vecino incómodo que hace fiestas ruidosas cada semana, soy ese perro que llora toda la noche, soy ese guisado que siempre se te quema, soy tu talón de Aquíles, soy ese sueño que nunca has podido alcanzar, soy esa dosis de miseria y realidad que siempre te acompaña, soy esa pésima película que tanto odias, soy ese neumático sin aire, soy ese reloj despertador que no suena cuando más lo necesitas, soy el gato que va cada noche a regar tu basura, soy ese retrete lleno de desechos ajenos, soy esa décima que te hizo falta para aprobar, soy quien brilla por su ausencia.
Soy tu peor error, y paradójicamente; tu mejor recuerdo.
Alrededor de dos mil ocho cientos ochenta segundos atrás, tuve el placer de caer en el enlace que lleva al siguiente videoclip:
Su nombre es Aaron Fotheringham, es un joven atleta discapacitado de 20 años que practica el "skate" en silla de ruedas.
Nació en Las Vegas, Nevada con una condición natal conocida como Spina Bifida, la cual provoca la falta de movilidad en ambas piernas.A la edad de 8 años comenzó su afición por los deportes extremos cuando acompañaba a su hermano mayor Brian a las arenas de patinaje. Al principio le aterraba el hecho de siquiera mirar el deporte, limitándose a observar detrás de la cerca, sin embargo, con el tiempo se atrevió a probar, y aunque le fue difícil, nunca dejó de intentar, llegando a convertirse en un exponente del estilo libre y en un pionero y actual practicante de éste peculiar deporte.
En 2005, a la edad de 14 años, consiguió ejecutar un espectacular salto con giro de 180º. Y posteriormente(en 2006) logró convertirse en la primera persona en la historia de la humanidad en completar un 'Back Flip' (vuelta de 360º) en silla de ruedas.
Sin embargo no se conformó con ello, dado que siguió trabajando durante 4 años para en 2010 lograr ejecutar el primer 'Back Flip Doble' en silla de ruedas.
Después de lograr éstos récords y colgarlos a la red su vida cambió. Ha tenido la oportunidad de viajar por todo Estados Unidos y partes del extranjero demostrando sus habilidades frente a miles de personas. Paralelo a ello, actualmente ayuda como mentor/entrenador en campamentos de verano para niños que cuentan con alguna discapacidad, concienciando y enseñandocomo un complejo (y a veces fastidioso) aparato como una silla de ruedas más que una restricción puede convertirse en "un juguete", facilitando su manejo y mostrando algunos trucos para dominarla.
Según comenta, quiere llegar a cambiar la percepción del mundo acerca de las personas que utilizan un artefacto de éstos, demostrando como afronta y supera los retos que se impone de alguna u otra manera.
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Tenemos a un líderen toda la extensión de la palabra, con una meta clara y bien definida, difícil de alcanzar pero jamás imposible. Ten por seguro que no estás solo Aaron, cuentas con mi total apoyo (y seguramente el de muchos más) para lograrlo.
